domingo, marzo 30, 2008

Lemniscata

Uno
El día de hoy ha comenzado una nueva vida para mí. Mis memorias se han ido y no sé por qué (no recuerdo). Me habré dado algún golpe en la cabeza, pero eso ya no importa. Si algo interesante debo recordar de mi vida anterior, ya volverá a mí. A final de cuentas si vivo mi vida nueva sin recordar una sola cosa de la anterior, significa que nada de la anterior era de vital importancia.

Escribo esto porque no creo que a alguien con amnesia se le haya ocurrido hacerlo. Con tantas preocupaciones en la mente lo último que alguien en mi situación querría hacer es sentarse pacíficamente a escribir todo lo que le está sucediendo. Pues bien, aprovechando que la escritura no es algo que se olvide con la amnesia, aquí dejo testimonio de lo que me está sucediendo. Espero que de algo sirva.

Una familia de tres me ha encontrado vagando por el bosque sin rumbo, sin provenir, sin comida y, más importantemente aún, citando a Raúl, “Sin alma”. No sé qué es eso del alma, pero creo que no es algo que olvidé con la amnesia sino más bien algo que nunca he comprendido. Supondré, por el momento, que no tiene importancia alguna. Raúl es el mayor, padre de Ana, suegro de Miguel. Miguel es muy trabajador y hasta ahora se ha portado muy bien conmigo. Entiende mi situación cual si le hubiera pasado a él muchas veces y hace todo lo que está en su poder para que me la pase bien. Ana y Raúl son un poco raros. La primera vez que Ana me vio se soltó a llorar y hasta la fecha no me ha querido decir por qué. Sólo me ve con mucho cariño y me da abrazos que yo no puedo rechazar y que con el paso de los días he comenzado a apreciar, en particular la calidez de sus brazos. De Raúl escribiré otro día porque ya es hora de ir a lavarme los dientes e irme a dormir; es temprano, pero está bien porque ya tengo algo de sueño y Miguel me ha dicho que mañana comenzaré a colaborar con quehaceres domésticos.


Dos
¡Cuánto cansancio! He estado barriendo toda la casa durante las últimas cuatro horas. Es increíble cuánto se puede ensuciar el piso de esa recámara que nadie usa ya. Lo que me lleva al tema de este escrito. No entiendo por qué tienen esa habitación tan bien amueblada y cuidada si nadie la habita jamás. Se me ocurrió preguntar la razón tras de esto pero sólo obtuve silencio de Miguel, una palmada en la espalda de Raúl y otro de los abrazos de Ana. Me di cuenta entonces de que ése no era un tema que yo debiese tocar, al menos no por ahora.

Hace algunos días pasó algo muy curioso. A bit strange, if you were to ask for my opinion. Raúl se sentó a ver la televisión y yo me senté junto a él. Estaba viendo una película de policías o yo qué sé qué. La verdad era una película mala, pero lo raro es que a mitad de la película me di cuenta de que no estaba leyendo los subtítulos. ¡Gracias a la televisión me vengo a enterar de que sé hablar inglés! I can also write it and Ana, who is a very fluent english speaker herself, says that my pronunciation is exceedingly good. Esto de tener amnesia está resultando bastante divertido. Unos días antes de eso me di cuenta de que podía cocinar decentemente y Ana no dejó de llorar cuando comencé a hablarle de la cocina italiana y el sazón latinoamericano. Ha de haber estado muy emocionada por mi descubrimiento gastronómico porque no se pudo contener y salió corriendo a llorar al baño. Las alcachofas que preparé también estaban muy buenas y Raúl no dejó de mencionarlo durante toda la cena.


Tres
Honestamente puedo decir que no recuerdo una época en mi vida más feliz que la que estoy viviendo en este momento. Quizá debería mencionar que me di cuenta de que muy dentro de mí había un sentido del humor un tanto oscuro esperando a aflorar ante la menor provocación. Me he reído como asno estos últimos días de mis propios comentarios; ¡los escucho como si alguien más los estuviera diciendo!

Ocurrió algo muy extraño a la hora de la cena. Me perturbó enormemente pero decidí dejarlo pasar para no arruinar mi buen humor nocturno, feliz continuación de mi excelente humor vespertino y antesala a mi maravilloso humor matutino. Estaba yo contando un chiste que se me ocurrió mientras me trepaba en el árbol de los mangos para alcanzar uno que se veía particularmente suculento muy arriba. El chiste no fue muy bueno, debo admitirlo, pero causó la reacción más inesperada en Ana. Se cubrió la boca, se le llenaron los ojos de lágrimas –aunque no lloró- y dijo “Extrañaba mucho ese chiste”. Cuando le pregunté si lo había escuchado antes me dijo que su ex-esposo se lo había contado una vez en su luna de miel, pero se negó a hablar más del asunto. No sabía que había estado casada con alguien antes de casarse con Miguel, pero me alegro de que ese fulano, sea quien sea, ya no esté porque así pude conocer a Miguel, quien cada día me cae mejor.


Cuatro
He tenido oportunidad de jugar con mi propia inteligencia. Es como el sentido del humor, cuando me oigo responder a alguna pregunta del juego de trivia que jugamos los sábados es como si estuviera escuchando a algún estudioso hablarme al oído. Aparentemente tengo muchos datos extraños metidos en la cabeza y me he dado a la tarea de escribir todo lo que vaya recordando sobre el mundo que me rodea, aunque en realidad no pueda decir nada sobre el mundo que me rodeaba tan de cerca antes de que me encontraran vagando.

Me he dado cuenta, además, de que tengo extensos conocimientos en Física, Química, Medicina, Música, Literatura y la fabricación de pantuflas tejidas. Esto último me sorprendió sobremanera, pero me he dado cuenta de que es más entretenido tejer y resolver problemas sobre el movimiento de los astros que barrer el pórtico o lavar la ropa. Por si fuera poco, hablo francés, alemán y una lengua que aún no sé cómo se llama en español y no sé dónde la hablan. Ninguno de mis familiares (ahora les llamo mi familia, pues en eso se han convertido) sabe de dónde es esa lengua y hasta la fecha no se me ha ocurrido manera alguna de averiguarlo. Quizá algún día vaya a la biblioteca de la ciudad para ver si ahí lo puedo averiguar, aunque a como he estado comportándome últimamente, probablemente no lo haga.


Cinco
He tenido suficiente de las tediosas labores hogareñas. No entiendo cómo es posible que mi familia viva la vida solamente procurando que el hoy sea como el ayer y dejando las cosas preparadas para hacer del mañana un hoy con distinta fecha. Estos últimos días me he dedicado casi plenamente a la lectura de las novelas que están regadas por toda la casa. También he leído algunos libros de los grandes filósofos de la historia y paso muchas horas del día sentado en el árbol de mangos pensando sobre lo que dijeron y haciendo personalizaciones a sus ideas macabras para que terminen siendo aún más macabras. Por el momento esto me parece bastante entretenido, pero se me están acabando las hojas blancas que Raúl me consiguió para escribir mis ideas (y este diario, que de diario nada tiene).

Me parece que la vida en esta casa a la mitad del bosque comienza a ser un poco monótona y aburrida. Miguel me dijo que tienen un departamento en la ciudad que por lo pronto está desocupado, pero perfectamente habitable. Estoy considerando irme a vivir para allá, así tendré mayor acceso a librerías, cafés, parques, gente. Esta vida de ermitaño simplemente dejó de satisfacerme.


Seis
Vaya. Creo que ya van dos meses desde que escribí la última vez. He estado muy ocupado con mi nueva vida en la ciudad. Con eso de que mi familia tiene ciertos ahorros de los cuales viven cómodamente, no he tenido que preocuparme por pedir empleo, lo cual está muy bien porque me permite dedicarme a lo que realmente me agrada: mis libros, mi música, mis paseos por la ciudad, mis nuevos amigos y esa mesera que no deja de coquetearme cada vez que voy al restaurán del amigo de Miguel.

Tengo muchas cosas que contar, pero por lo pronto tengo una cita con la mencionada mesera de ojos enormes y debo prepararme adecuadamente. Uno nunca sabe dónde puede terminar una buena noche.


Siete
Qué difícil es conservar amigos cuando eres notablemente más inteligente que ellos. Algunos lo resienten y se alejan, algunos otros terminan pareciéndome aburridos y de los pocos que quedan, la mayoría tiene mentes demasiado grandes como para quedarse en esta ciudad y terminan por irse.

Cuatro años he estado en este departamento. Se me han acabado los libros por leer. Bueno, en realidad aún tengo bastante libros que no he leído, pero no me apetece leer ninguno de ellos.

Ayer fue la primera vez que me pregunté qué sería de mi vida antes del bosque. Estuve horas imaginándome en diferentes escenarios, diferentes mundos, con diferente corte de cabello y enjuague bucal. Hay tantas vidas que sería tan gratificante tener, tantas maneras de ser feliz pero yo estoy atrapado en este mugre departamento de mierda que no hace más que hacerse más pequeño cada día que pasa.


Ocho
El día de hoy mi vida ha cambiado. Encontré un cuaderno enterrado entre los tablones sueltos del piso de la sala… me tiemblan las manos mientras escribo esto, pero el deseo de dejar la secuela y ver qué tan lejos me lleva este estilo de vida me obligan a seguir escribiendo. El cuaderno pertenece a un tal Sergio quien pasó por lo mismo que yo estoy pasando.

De los detalles de las anotaciones del cuaderno no tiene punto escribir. Sólo me gustaría dejar grabado en este cuaderno un segmento de una canción que viene en el cuaderno de Sergio:

I remember a meadow
One morning in May
With a sky full of dreams
That sailed in that day
I was dancing thru greenwaves
Of grass like the sea
And for a moment in time
I could feel I was free

Creo que es tiempo de que vuelva al bosque. Es tiempo de que vuelva a la felicidad. Es tiempo de barrer la casa y perseguir al gato por las tejas. Es tiempo de volver con mi esposa quien me ama sin importar cuantas veces haga yo esto.

Me pregunto cuántos cuadernos habré escrito hasta ahora…


Uno

miércoles, marzo 26, 2008

De windows y la mecánica cuántica.

En un momento de ocio justo entre el momento en que apuñalé violentamente la carne roja de mi platillo principal y el momento en que me lo metí a la boca me di cuenta de lo parecidos que son Windows y la mecánica cuántica.

La mecánica cuántica surge, "formalmente", de una ecuación que nadie ha podido obtener claramente y que describe una función que sólo hasta algunos años después pudieron darle algún significado físico claro. La ecuación de Schrödinger.

Windows, por otro lado, surge de una idea clara y sencilla (aunque presuntamente robada).

Hasta aquí, ningún parecido.

El problema surge con el desarrollo. En la mecánica cuántica se han encontrado muchos asuntos que no tienen sentido. Cosas que hasta la fecha no funcionan bien. Cosas que no tienen sentido lógico y, sin embargo, han decidido adoptar como ciertas "porque funcionan", pese a que, además de no tener sentido, vienen de una ecuación prácticamente intuitiva que nadie se ha tomado la molestia de "comprobar" rigurosamente.

Windows, por su parte, y simplificando mucho las cosas, tiene la pantalla azul de la muerte, que data de win95, previo al cual la computadora simplemente se paralizaba a cada rato, sin decirte nada y hasta winXP existe. No sé cuál es el estado de Wista, pero el propósito de esto no es criticar a windows, que por sí solo lo hace suficientemente bien.

La ecuación supuestamente describía los fenómenos pequeños, todos los fenómenos "pequeños", pero resultó no ser así. Ni pedo, todos cometemos errores. ¿La solución? Las ecuaciones de Pauli, Klein-Gordon y Dirac (entre otras de menor calibre e importancia histórica). La ecuación de Pauli sirve para describir partículas de spin 1/2, ya que la de Schrödinger sólo describía las de spin 0. Después se dieron cuenta de que Einsten estaba bien fregón y le metieron a huevo la relatividad a la cuántica (Relativización de la cuántica, no cuantización de la relatividad, la última de las cuales Einstein no pude hacer y por ello dijo que la cuántica no servía, con lo que estoy deacuerdo). Esto engendró la ecuación de Klein-Gordon y finalmente la de Dirac. ¿Cuál es el problema? Que la ecuación de Pauli no es más que una generalización de la de Schrödinger, es decir que tampoco se puede explicar de primeros principios. La de Klein-Gordon es un poco diferente, pues parte de la relación de dispersión de la Relatividad Especial, pero a final de cuentas se exige que la función de onda satisfaga la ecuación de Schrödinger, así que es la misma changa. La de Dirac es aún peor, porque no sólo exige que satisfaga la de Klein-Gordon (que a su vez satisface la de Schrödinger), sino además el wey partió de la premisa de "Vamos a obtener una ecuación cuántico-relativista que tenga la misma forma que la de Schrödinger", lo que echa a perder todo...

Y claro, los puristas me dirán que la ecuación de Schrödinger surge a partir del conocimiento de que las partículas se comportan como ondas. A lo que yo contestaré un resonante y malintencionado "mamadas...". Más allá de una arbitrarierdad de mi espíritu, la razón para contestar eso es que lo de "sabemos que", en aquel entonces, se basaba en la tesis doctoral de mi buen amigo De Broglie, quien no hizo nada más con su vida científica (y se ganó el nobel, el muy animal), no en hechos sustentados por... cualquier cosa más que su horrible sonrisa. Y finalmente su conjetura, llevada a ecuación, falla cuando quieres describir fotones, que también se comportan como partículas.

La idea a aclarar aquí es que lo único que le hacen a la mecánica cuántica es meterle parches idiotas que a veces funcionan y a veces no. Cuando funcionan, todos se alegran y nadie se pregunta por qué funcionaron (como con la ecuación de Dirac, porque el problema uqe Dirac quiso resolver con su ecuación nunca se resolvió y finalmente se aceptó como una consecuencia natural de quiénsabequé y se predijeron, correctamente, las antipartículas). Cuando no funcionan... los ignoran.

Windows, por otro lado, y teniendo en cuenta que mis conocimientos de windows son más limitados que los de cuántica, sigue el mismo patrón. Si algo no sirve, no lo substituyen con un producto nuevo que se basa en la experiencia tenida con el pasado, sino que lo parchan -mal- y lo hacen más bonito (la ecuación de Dirac se ve muy bonita). El WMP era mediocre en win95? Ah, pues déjenlo igual en win98, pero hagan los botones de playback más bonitos. Sigue mal? Ah, hay que hacerlo grande y muy pesado para que los usuarios crean que está haciendo algo importante. Sigue mal? Hay que ponerle un supuesto soporte para códecs -el cual desde win98 y hasta la fecha no sirve-. Sigue mal? Hmm... visualizaciones que te roban procesamiento al cpu! Todavía no? Hmm... una librería ridículamente torpe y difícil de usar. Aún no te gusta? Ok, ok, ya va a ser menos difícil de usar... ...

MS-DOS te parece un poco... obsoleto? Ok, lo quitamos, no hay problema. Vamos mejor a ocultar todos los procesos que tu sistema corre para que no tengas que verlos. Eliminamos el ms-dos por completo y en su lugar te damos un emulador de ms-dos que corre en windows. Para qué, preguntas? Pues para que puedas seguir usando ms-dos. Por qué no dejamos ms-dos? ... ... ...No tienes un cigarro?

Finalmente windows cayó lo más bajo que pudo haber caído. No sé cómo lo hizo, pero creó un sistema operativo que sólo a las mujeres que no saben usar computadoras les gusta (comprobado estadísticamente), y ni siquiera a todas. Dejaron todo igual, nomás que ahora lo parcharon con efectos chafas y que consumen procesador como si les pagaran por ello (altamente superados por compiz, debo agregar). Se robaron algunas ideas de por aquí y por allá, las metieron y construyeron un sistema "robusto" que requiere de 1gb de RAM para correr decentemente. En lugar de reconstruir windows... en lugar de empezar de cero aprendiendo de sus errores.


Lo curioso con Windows es que existen alternativas más bonitas y funcionales. Linux y MacOS son soluciones viables, aunque ligeramente limitadas (especializadas). Si bien Linux y MacOS vienen de la misma raíz, esa raíz funciona perfectamente hasta la fecha.

En la cuántica no existen alternativas. Todos están felices con lo que funciona que no se molestan en volver a empezar. Lo más cercano a una alternativa son la supersimetría, teoría de cuerdas (Feynman zombie!!) y mamadas de ésas, que a final de cuentas parten, de una manera u otra, de la ecuación que lo inició todo (Windows...) y le meten parches por aquí y por allá. Es como winamp, itunes y wmp, las tres son alternativas para reproducir multimedia, pero las tres se basan en windows y están destinadas a arder en el infierno, igual que la teoría de cuerdas, la simetría, súpersimetría y la que será la siguiente, hipermegasuperultrasimetría.


Si algo me hará feliz como científico, será ser el Linus Torves de la cuántica (diría que el creador de UNIX pero, además de que no sé quién fue el bueno, la analogía se rompe ya que UNIX es, según creo, más viejo que windows).

Windows apesta, pero la mecánica cuántica es peor. Espero que Bohr se esté quemando en las llamas eternas del infierno católico.

lunes, marzo 17, 2008

1997

Hoy, o más bien hace diez años, inventé finalmente una máquina para viajar en el tiempo. Por defectos técnicos solamente podía viajar 10 años en el futuro y así lo hice.

Estaba muy emocionado por ver el mundo como sería, era o estaba siendo, en el futuro. 10 años en el futuro. Activé el apagador de mi sencilla máquina y comenzaron los ruidos extraños, los movimientos caóticos y las partículas y las ondas y demás fenómenos incomprensibles para mí, pero a través de los cuales llegué al futuro. Abrí mis ojos y todo estaba oscuro, no había ni una sola luz, ni el sol, ni las estrellas y la luna, ni los faroles de la calle principal ni tus ojos ni los míos. Nada brillaba, todo estaba en una total oscuridad.

A lo lejos podía escuchar a tres personas e inmediatamente entendí lo que estaba sucediendo; Una persona hablaba con la segunda. Ésta -la segunda- obviamente no quería hablar con la primera y en su lugar intentaba incesantemente, pero ocultándolo, de hablar con la tercera, la voz de quien era la más lejana de todas. Noté de inmediato que éste no era un futuro en el que quería estar así que me senté en mi sillón y me puse a escuchar la música del pasado, la del presente y un poco de la del futuro que el radio de mi máquina del tiempo alcanzaba a sintonizar.

jueves, marzo 13, 2008

Obtención de la Ecuación para la improductividad a partir de factores sociológicos.

Finalmente estoy de vuelta al mundo de los "socially-awkward" (cuya traducción literal al español es por demás desilusionante y carece totalmente de sentido). He recuperado mi conexión al internet, a la internet, a la red, a la caja quasi-bidimensional particularmente idiotizante (CQBPI, por sus siglas en árabe, que casualmente son las mismas que en español), al cyberespacio, a la vida virtual, a la fuente eterna de la juventud, la pornografía y la información innecesaria, etc..



Tesis:
Estoy seguro de que existe una relación funcional entre la productividad de un individuo y la velocidad de bajada de su internet, pero no es tan sencilla como uno podría pensar.

Comprobación:
1.- Si tienes internet ultramegarápidodelaclasequesaleencódigoflecharota (IN, por sus siglas en arameo antiguo), entonces tu navegación a través de la red será rápida y eficaz, obteniendo los resultados esperados en el tiempo adecuado. O sea que bajarás pornografía rápidamente. Si no tienes IN, entonces tus búsquedas tardarán años, tus navegaciones siglos y tendrás que recurrir a pornografía de mala calidad. Te tomará más tiempo hacer lo que sea que quieres hacer con internet y, por ello, tu tiempo para ser productivo disminuirá.

2.- Hasta ahora uno podría pensar en una relación del tipo 1/b, donde b sería la velocidad de bajada, pero uno estaría catastróficamente equivocado debido a un fenómeno que me tomaré la libertad de llamar Algernon-Gordon. Y el problema surge cuando uno toma en consideración la tan conocida página youtube.com. Este sitio de ignominia y pérdida de tiempo, maldito hasta la más profunda de sus raíces y tan maligno que los tumores cerebrales que causan la muerte en dos meses son comparables con mickey mouse (o el ratón miguelito, como asquerosamente se le conoce en las esferas del poder), que nos ha quitado la alegría de vivir y la ha reemplazado con la alegría de ver a los demás en una total falta de alegría. El fenómeno se revierte en este sitio del mal, donde entre más ancho de banda tienes, más rápido se bajan los videos y más felizmente ignoras lo que algunos, en otros sistemas de referencia, llaman tiempo. Ni siquiera hay que esperar a la carga de un video si tienes una buena conexión de internet, lo que causa ineludiblemente que veas uno tras otro tras otro, hasta que las posibles fuentes de entretenimiento cinematográfico se hayan extinto en tu ahora-limitada cabeza. De no tener IN, simplemente te desesperas en algún momento entre el segundo y el quinto video y lo dejas por la paz. La vacuna para el síndrome Algernon-Gordon es, entonces, un mal internet.

Y si hasta ahora la cosa parecía complicada, no queda más que introducir dos efectos independientes entre ellos y de los demás: uno es el efecto Jeta-L, que describiré a continuación, y el otro es el efecto Kepler (en honor no a Johannes Kepler, sino a Alejando Kepler, gran pensador de nuestros tiempos atrapado en un cascarón de amargura y desdicha al que algunos llaman "su alma", pero yo sólo llamo "él" (algo así como el yo, ego y ello en psicología)), que discutiré aún MÁS adelante.

3.- El efecto Jetal (por su pronunciación en español) tiene una dependencia débil (constante de acoplamiento pequeña, quizá) en la velocidad de subida y una dependencia casi nula con la velocidad de bajada que de ahora en adelante ignoraré en mis cálculos para no andar cargando con más parámetros de los que puedo especificar. Este efecto se presenta mayormente en sectores más acomodados de la suciedad (estos typos*, no puedo contra ellos) que dedican gran parte de su tiempo "libre" (donde el tiempo libre y el tiempo "libre" difieren en que la intersección del primero con el tiempo de trabajo es cero, mientras que la intersección del segundo con el tiempo de trabajo es del orden del tiempo de trabajo) a subir sus fotos a cierta página que para no violar derechos de autor no mencionaré, sin importar qué tan lenta sea su conexión y cuánto tiempo les tome subir la colección completa de su viaje a la playa que duró dos días y para el cual, sin embargo, tienen el equivalente a 150 horas de fotografía (otro efecto interesante, aunque no pertenece al presente texto), lo hacen, y lo hacen con una sonrisa en la cara. Si su velocidad de subida es demasiado lenta, simplemente se pasan a la casa de algún amigo con mejor conexión. La otra faceta del efecto Jetal es la de la exploración del susodicho sitio. La velocidad de bajada es totalmente irrelevante y especímenes de las clases pudientes (pujantes y pueriles (sólo porque empiezan con pu, no porque sean de coherencia alguna)) gastan horas de su tiempo navengando felizmente entre miles de fotos de eventos intrascendentes que le sucedieron a personas que jamás conocerán.

Los paréntesis anidados hacen su triunfal retorno.

4.- Por último, el efecto Kepler antes mencionado es más bien una constante aditiva que se puede obtener por medios experimentales. No depende de la velocidad de subida ni de bajada de ninguna manera, ya que sólo involucra una gran cantidad de texto que es fácil de obtener. Este efecto se presenta en la página conocida como wikipedia, donde la víctima entra por el sincero deseo de aprender algo nuevo, a lo que el monstruo de mil cabezas, treinta lenguajes y millones de entradas responde con una maraña de verdades sin confirmar y mentiras mal confirmadas, atrapando al pobre inocente en un laberinto interminable de texto de fácil adquisición y digestión lo cual eventualmente lleva a la locura extrema, la sociopatía y demás afecciones presentes en el individuo en honor a quien se nombró este efecto. Funcionalmente, esta contribución se puede determinar a partir de un "índice de tiempo perdido" multiplicado por la probabilidad de que el individuo sea susceptible a dicha enfermedad mental. Es claro que la contribución del efecto Kepler depende de la cantidad de vida social del inviduo, V.

Determinar la productividad neta de un individuo es algo imposible, ya que depende de muchos factores más allá del alcance de cualquier investigador, sin embargo, se puede determinar, basándose en lo expuesto anteriormente, la contribución a la improductividad de un sujeto del internet y la velocidad.

En términos claros, llamaré Ip a la contribución a la improductividad por parte del internet. "a" será la velocidad de subida, b la de bajada. A es el número de "amigos" que un individuo tiene.

Del efecto Algernon-Gordon se puede esperar una dependencia que va como N1*ln(n1*b+1), donde n1 y N1 son constantes a determinar. Las unidades de n1 deben ser, claramente, las de 1/b. La razón para esta elección funcional es el rápido crecimiento inicial de la dependencia entre la velocidad y la improductividad, pero luego, después de cierta velocidad pico (digamos, unos 3mbps) el incremento es muy pequeño. El +1 es para asegurarnos de que a velocidad cero, la contribución sea cero y no menos infinito, lo cual no tiene sentido.

El efecto Jetal sugiere una dependencia débil con la velocidad de subida a. Esta dependencia se puede pensar que es de la forma N2*exp{A}*a, donde N2 es una constante a determinar. Como mencioné antes, la dependencia casi nula con la velocidad de subida b no será tomada en cuenta. La dependencia con el número de amigos de este efecto es notable, pues incrementa exponencialmente.

Ahora bien, el efecto Kepler ha sido ya quantificado. La contribución será de la forma N3*T, donde N3 es una constante a determinar. Sugiero que la dependencia de esta contribución con V sea de la forma exp{-V}.


Resultados:
Finalmente, se tiene que

Ip = N1*ln{n1*b+1} + N2*exp{A}*a + N3*T*exp{-V}.


Ego:
Con esto concluyo el presente artículo. Delegaré la obtención de las constantes presentes en la ecuación anterior a científicos de menor calibre (estadistas, pues).



*Dato curioso: El diccionario de la Real academia de la lengua española dice, en su entrada de Tipografía, "De tipógrafo". En la entrada de "tipógrafo" viene "Persona que sabe o profesa la tipografía".