viernes, junio 08, 2007

Semos los colectiveros y cumplimos nuestro deber...

Este semestre terminé de leer Rayuela. Tenía mucho tiempo, quizá años, intentarlo leerlo, pero por motivos de economía global, efecto invernadero y ropa interior apretada, no lo hice sino hasta hace poco.

Recuerdo que alguien me dijo que ese libro cambió su vida. En realidad no sé por qué, pero sí sé que ese alguien lo leyó, me parece, cuando tenía 13 años. A esa edad la vida es fácil de cambiar. A mis veintidós años el libro tuvo poco impacto sobre mi filosofía de vida. Sigo siendo el mismo y sigo pensando de la misma manera. Sólo tuvo un pequeño impacto sobre mí y fue que me hizo ver un estilo de vida, el de Olivera, que era totalmente opuesto al que yo he vivido toda mi vida y planeaba seguir viviendo (a grosso modo) por el resto de ésta.

El estilo de vida de Olivera, que no describiré a detalle, me pareció de lo más atractivo y por supuesto que me hizo cuestionarme si mis propios planes eran tan interesantes como la vida del personaje de Cortázar. Hasta qué punto me interesa tener una vida estable, sin problemas, sin preocupaciones, sin ataduras, como la he tenido hasta ahorita? Cuánto estaría dispuesto a hacer por lograr esa vida tan campante?

Rocío discute la posibilidad (o la no-posibilidad) de largarse un año o dos o N a la aventura austera de la vida europea de un desempleado. Lo acabo de leer y es la motivación última de este escrito mío (aunque todo esto lo he querido escribir desde que terminé Rayuela, hace algunos meses). Qué sucedería si alguien como yo se lanzara a la aventura? Qué pasa si me largo a Londres y vivo allá durante dos o tres años, brincando de trabajo en trabajo, de casa en casa, de brincabrinca en brincabrinca? Qué sucede si cuando vuelva e intente retomar mi vida como la dejé, simplemente ya no pueda? Podría ser un indicador de que esa vida que tenía antes no era para mí. Podría ser un indicador de que la primera ley de Newton no se aplica sólo a cuerpos en movimiento.

Podría ser que vuelva a mi vida anterior sin problema alguno, habiendo sólo perdido dos años de mi vida en los suburbios londinenses y no pase a mayores. Rocío piensa que es una pérdida de tiempo pero... lo es? Qué sucede si termina la licenciatura un año después? La maestría un año después, el doctorado un año después y luego qué? Se retira un año después y tiene un año menos entre que se retira y comienza a "disfrutar de la vida" y se vuelve demasiado senil para "disfrutar de la vida". Cuál es la prisa? A como yo lo veo, ésta es la edad para disfrutar la vida. El resto puede ser un martirio y no hay pedo, pero si no aprovechas la vida ahorita corres el riesgo de morir sin haberte dado el tiempo para disfrutarla. Haz lo divertido ahorita y lo productivo después, porque quién sabe si habrá un después para hacer cualquiera de las dos y si te vas a ir, que sea habiendo reído.

Claro, esto es con mi visión egoísta de la vida. No tengo mucho interés en tener hijos pero si los tengo, no dedicaré mi vida a ellos. Mi vida es mía y para mí. Me parece absurdo tratar de vivir una vida en pro de la alimentación y protección de un ciclo de vida en teoría infinito del cual soy sólo un eslabón; no pienso dedicar mi vida a asegurar una vida feliz para mis hijos para que éstos puedan asegurar una vida feliz para los suyos and so on hasta que los simios tomen el poder y la raza humana se convierta en una caja de petri. Mi vida es mía y para mí. Me rascaré con mis propias uñas y les daré a mis hijos hipotéticos uñas para que se rasquen con ellas cuando les llegue el momento de la comezón de las cuatro de la tarde, pero no les rascaré la espalda.

Y a qué viene esto? Todo esto viene, más allá de Rocío, más allá de Rayuela, a una plática que tuve con Galaz. Todo comenzó de manera inocente, con violaciones y homicidios, nada anal, obviamente; me preguntó por qué me iría a San Luis Potosí en lugar del DF. Le contesté, me contestó, nos revolcamos en la arena, lo de siempre. Eventualmente llegó a la plática el kárdex que no he pedido y que debería llevarme este MIÉRCOLES 13 DE JUNIO, DÍA EN QUE ME IRÉ PARA SIEMPRE (vuelvo en agosto). Me recriminó mi omnipotente postergación a lo que le contesté, de alguna manera, alguna otra o alguna tercera, que nunca ha pasado nada particularmente malo a causa de mi desidia. Falso. Inmediatamente trajo a colación el café... no.... no... trajo a colación el tema de mi maestría y el hecho de que, de no haber postergado el servicio social y la tesis, podría estar yéndome al Reino Unido o algo así en lugar de San Luis Potosí. Tiene razón.

Esto me hizo darme cuenta de tres cosas:

La primera es que realmente no estoy esperando a una consecuencia mayor a mi desidia para dejarla para siempre. Ya ha tenido sus consecuencias y sigue ahí.

La segunda y más importante (y a lo que viene este escrito, más allá de Rayuela, Rocío, la plática de Galaz y la primera guerra mundial) es que, a diferencia de la mujer de sal, yo nunca miro para atrás a menos que vaya a ver algo bueno.

Qué tiene que ver esto con todo lo que escribí? Simple; cuando no miras para atrás, no te arrepientes de lo que has hecho. No tiene caso hacerlo pues nada puedes hacer al respecto. Ya lo pasado, pasado. Y si me entrego al estilo de Olivera y en 20 años me doy cuenta de que fue un error? No pasa nada; sigo con mi vida, no veo para atrás. Si sigo con esta vida que llevo y en 21 años me doy cuenta de que fue un error? No pasa nada, no veo para atrás, no me arrepiento, no me retuerzo de coraje, no nada. Sigo con mi vida. Y aterrizando, qué sucede cuando me anuncian que al día siguiente dejaremos a mi padre para irnos a vivir a otra casa? Qué triste, bla bla, al día siguiente ya ni lo recuerdo. Qué pasa cuando me quedo en México en lugar de irme a Inglaterra por desidioso? Nada... ya ni me acordaba hasta que ALGUIEN lo mencionó y aún así no me importó.

De nada me arrepiento seriamente y no porque sea un cínico ni mucho menos/más/por/entre, sino porque de nada sirve arrepentirse. A final de cuentas tengo una capacidad de adaptación que me permite estar agusto donde esté, siempre y cuando no sepa de mejores opciones.

Y cómo me alegro de tener esta capacidad de olvidarme de lo que no es útil y de no arrepentirme y todo eso porque hay muchas cosas que yo pude haber hecho con mi vida y que, de entrada, me asegurarían más dinero. Las rechacé y no me arrepiento, no porque sepa que tomé la decisión correcta sino porque ... bueno... todo lo que ya dije...

La tercera es que... tenía hambre y sueño. Al diablo con Galaz, voy a comer algo!




Entonces, continuando con el escrito anterior... qué es lo importante en esta vida? YO. Rocío tenía razón y yo lo supe desde el inicio del universo. Qué voy a hacer con mi vida? Lo que me plazca en el momento en que me plazca. Y qué si me arrepiento? Como ya dije, no me arrepentiré.



Y como le dije a Rocío alguna vez...

Siempre tendremos París.


(a lo que ella contestó "nunca fuimos a paris...", pero eso no importa)










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Y ya! Basta de seriedades que el post anterior también era serio.

El día de ayer, damas, caballeros y aquéllos del género Porcino, el Kbto (para quien no lo conozca, se llama Carlos, mucho gusto, mucho gusto, cómo está usté, caballero?) y yo fuimos héroes. De la calaña de aquéllos que arriesgan su vida por salvar el gatito del hermanito de la morra que se quieren tirar o los que sacrifican por ver sufrir a sus enemigos o los que aparecen en el Universal Channel. Damas, caballeros y misceláneos, fuimos héroes! Y sólo no fuimos súper-héroes porque nuestras capas de terciopelo rojo estaban en la tintorería... accidentes con vino tinto, crayones y semen que prefiero no detallar.

Esta crónica, carencia de cronos aparte, comienza el miércoles en la noche. Le hablé al Kbto para ir por un burro y ser feliz por media hora mientras lo devoro. Me dijo que pasar por él en quince minutos. Para seguir con mi costumbre, pasé por él en VEINTE minutos (soy muy listo). Llegué a su casa y, como siempre, me estacioné detrás de un carro largo y café, abandonado ahí aparentemente por muchos años, pero quizá exagero. Apagué el auto y me bajé. Aspiro el aire de la libertad y noto que huele raro. Pero bueno, nadie dijo que la libertad oliera a rosas. Sólo las rosas y el cautiverio violento huelen a rosas. Ignoré dicho olor y me encaminé hacia la puerta de su casa.

Soplé y soplé hasta que las paredes derrumbé... o hasta que me abrió la puerta, no recuerdo bien por tanto soplar. Antes de saludarme ve por encima de mi hombro y me dice las sabias palabras "dime que estás viendo eso...". Obviamente no lo estaba viendo porque "eso" estaba detrás de mí, entonces no le contesté nada. Lentamente me volteo hacia "allá" y veo algo inusual. Aún no captaba qué era lo raro en la imagen que veía: estaba mi carro, la calle, una casa en el fondo, el carro café en llamas, la banqueta, el cielo estrellado... ... ... ... el cielo estrellado?!! Digo... el carro café en llamas?!!! "Traes extintor?¡!!" -grita innecesariamente el kbto a una distancia de menos de un metro de mi oído. Madre santa! Alguien estrelló el cielo! Voy a ver si traigo extintor! Busco en mi auto, pero no lo encuentro. Extraño... juraría que vi uno aquella vez que vi un extintor en mi auto, pero quizá lo imaginé. Entonces noté que tenía rato notando a un sujeto que caminaba por la calle, pasando el auto café en llamas (y el sorprendentemente estrellado cielo). Lo veía con incredulidad, absorto en sus pensamientos. "A la madre, se está quemando!" vociferó el lento genio. "Wey... no traerá gasolina?" -me pregunta incansable. "No sé" -le contesto, despreocupado... despreocupado MADRES! Mi carro estaba a un metro del hombre bicentenario en llamas. Si traía gasolina y explotaba... bueno, sobra decir que el cielo no sería lo único estrellado... Presto como la pasta muevo mi auto de lugar. Para esto el kbto estaba gritando "Wey, mueve tu carro!". Supongo que no notó que ya lo estaba moviendo...

En fin... cuando volví a las cercanías del auto encendido veo que junto a mí viene un sujeto de barriga prominente sujetando una lata de Tecate ligeramente "unaware" de la vida en general. Llegué, entré a la casa del kbto en busca de algo para echarle agua al auto en llamas (agarré un bote de basura) y salí. El tipo de las sabias palabras "Wey... no traerá gasolina?" estaba con la manguera del kbto (la... del.. jardín...) tirándole agua de lejos al auto, fallando al notar que le faltaba como dos metros para llegar a la llama... después de unos segundos de total desperdicio, el ruco de la tecate le grita "oye... el agua no está llegando!! busca algo en qué echarla!".

Del proceso de apagalización del fuego no platicaré mucho, pues no tiene gracia. Sólo diré que en todo el tiempo que estuvo el fuego no me pude quitar de la cabeza la idea de pararme en la cajuela del carro, bajarme los pantalones y orinar en el fuego.... lástima que no traíga ganas de orinar...

Dos lunas después llegaron los bomberos prestos al servicio. En algún momento salió la dueña, llegó la policía, se armaron los balazos, maté a dos, era inevitable, maté a otros quince, perfectamente evitable pero muy divertido...


Fue toda una noche. Raro que hubieran sido dos si sólo fue una... pero bueno.


Semos héroes.