sábado, septiembre 06, 2008

Hoy sí tengo tiempo...

... así que decidí ser breve.


La soledad me acosa, como siempre lo ha hecho, desde que tengo memoria. Hoy, sin embargo, me doy cuenta de que comienza a afectarme. No me siento mal, no me siento molesto, ni triste ni nada. No tengo sentimientos adversos por mi estado actual y eso es lo que me preocupa.

Hoy me levanté sabiendo que, como ayer y antier (exceptuando a mis alumnos y la ocasional plática en el pasillo con mis compañeros), pasaría el día solo y la idea me agradó. He entrado en una fase autosustentable de la soledad de la que es difícil salir. En esta fase, mi soledad me hace repetirme "Qué bueno que estoy solo, así me gusta. No me gustaría ser como ésos que siempre salen con gente, preocupándome por mis amigos y por mis actividades" (referencia a Un Mundo Feliz que, contrario a mi comportamiento usual de dejar que mis referencias a libros, películas y canciones pasen inadvertidas por la mayoría, quiero que se note) y cada momento que pase estaré más feliz de estar solo.

Hoy me di cuenta de esto pero sé que entré en este estado desde que estaba en Hermosillo, por allá en Mayo o Junio. ¿Cómo sé que desde entonces? Fácil. Punto. (jaja). Estando en Hermosillo vi a muy pocas personas e incluso me pesaba ver a esas pocas. Se lo atribuí al hecho de que Hermosillo me deprime, pero creo que esa vez fue más que eso. Desde entonces no he hablado con casi nadie. Algunos de mis amigos me hablan al celular y les contesto gustoso, pero nunca les llamo yo.

Estoy solo y por ello estoy agusto. Espero poder salir de esto.